miércoles, 16 de abril de 2014



Fenología de la floración

Dentro de la botánica está por un lado conocer las especies, pero por otro, y tan importante es conocer las asociaciones de comunidades. En este sentido al viajar a distintos lugares y regiones resulta curioso ver a las especies que conocemos pero en distintas proporciones y sobre todo en distintas asociaciones, esto es la fitosociología.
Centrándonos solo en las especies, dejando de lado la fitosociología, en cualquier guía, aparte de su descripción, distribución, hábitat, etc., se comenta la época de floración, pero muy de pasada, como no puede ser menos, puesto que la floración de una especie dada depende de distintos factores: la orientación, su ubicación, el clima cambiante de un año o de unos años a otros y en distintas especies de amplia distribución estos factores se conjugan para que su floración sea más o menos amplia a lo largo del año. Evidentemente no es lo mismo la duración de la época de floración en el Valle del Ébro, que de las mismas especies en la costa catalana o en zonas de montaña, por ejemplo. Y en estos tiempos de calentamiento climático su floración también se ve afectada. ¿Cómo se mide esto? ¿Cómo se compara la floración de una región a otra o de un año a otro? En principio simplemente se anotan los meses en los que se ve en flor una especie, a ojo, sin más.
Este trabajo pretende desarrollar una metodología para ver y comparar la fenología de la floración a lo largo del año, de los años y en las distintas regiones donde crece una especie. Pero no solo de cada especie, también de toda la vegetación en conjunto de cada localidad, comarca o región.  
                                             Sinapis arvensis en el Canal Imperial de Aragón
            Metodología

Para estudiar la fenología de la floración con la presente metodología solo se han tenido en cuenta las plantas con flores vistosas o evidentes, sin contar con especies como la artemisa herba-alba, árboles y arbustos como el pistacha lentiscus, quercus, chamaemerops, rhamnus, trepadoras como smilax, etc, y por supuesto las gramíneas.
Por lo tanto no abarca todas las especies ni representa al conjunto de la vegetación pero sí a una parte muy significativa y representativa.

A la floración se le han dado unos valores según la cantidad de flores, esta valoración no parte de una cantidad de flores igual para todas las especies, si no de la cantidad de flores que cada especie puede dar. O sea diplotaxis erucoides puede producir un millón de flores a lo largo del año en la zona de estudio, narcisus 1.000 y ophris fusca 100, estas cifras son el tope para su especie a lo largo de un año.

Para valorar la floración en el momento de la toma de datos, en este caso quincenalmente, no se compara el 100% de las flores que produce una especie a lo largo de un año, sería muy difícil, si no el máximo posible en el momento más álgido de la floración. Siguiendo con diplotaxis, una población puede generar un millón de flores en una temporada, pero a la vez solo hay 400.000 como máximo, en 400.000 se puede mantener 2 meses, otros 2 en 50.000, 3 en 10.000 y las otras 70.000 salen durante los otros meses en diversas proporciones (estas cifras son solo ejemplos).

Para calcular la cantidad de flores de toda la población estudiada es preciso tener en cuenta los pies de cada especie presentes en la zona y para calcular el valor correspondiente los que están en flor y los que no. Evidentemente en el momento álgido todos los pies están, en mayor o menor medida, en flor, pero al comienzo y al final de la floración no. Al final de la floración las matas son grandes, tienen las flores secas y por lo tanto son fáciles de localizar, pero al principio hay pies en flor mientras otros no y pueden pasar desapercibidos.

La cantidad, evidentemente, está totalmente determinada por el clima de cada año, así habrá años que se mantenga en su tope de flores varios meses, en cambio habrá años secos que no alcance ni de lejos esa cifra.

De tal forma que conociendo el tope de floración de una especie en el momento de máxima floración, esto lo da la experiencia, y en un año normal, se le asigna el valor máximo y a partir de ahí se juzga el resto, volviéndo a recordar que cualquier valor solo es comparable, en el número total de flores, con su especie. O sea el valor máximo de diplotaxis representa 400.000 flores y el de narcissus 1.000.
Pero hay años buenos y años malos, de esta forma un mal año o una zona donde diplotaxis se encuentra en una zona subóptima, en el momento álgido de la floración solo alcanza 50.000 flores, este valor lo seguiremos comparando con las 400,0000 que es su tope en una zona óptima. Así habrá años que se quede por debajo y también habrá lugares donde quizás nunca alcance el tope por vivir en una zona subóptima. Siguiendo con diplotaxis este mal año solo hay 150.000-200.000 flores a la vez en el punto más álgido de la floración, un año “normal” son 400.000. Por lo tanto 20 suponen entre 300.000 y 400.000 flores, 195.000-200.000 solo es 10, que será el valor máximo de ese año.

Con las especies escasas es problemático asignarles un valor ya que resulta difícil valorar la floración de una especie de la que hay muy pocos pies aislados, especies de difícil localización o especies de las que solo hay un rodal.
                                                                        Salvia verbenaca

Respecto a la fenología de la floración unas especies pueden florecer a lo largo de todo el año, esto depende de distintas circunstancias, otras en cambio son de floración masiva, predecible y puntual como  narcissus, muscari, dipcadi, cynoglosum, cardaria o los distintos cistus.

No se tomado en cuenta los pies de las especies silvestres que crecen en jardines, pues mientras bellis perennis, lotus corniculatus o taraxacum officinale se les puede asignar un valor de 20 en un jardín en agosto, fuera de él se le asignaría 5 y solo las encontraríamos en lugares húmedos, por lo tanto muy puntualmente.

Los valores asignados a la floración son los siguientes:
0 ninguna flor
1 presencia testimonial                         
5   hasta el 25% del total posible en el momento álgido           
10 entre 25 y 50%                               
15 entre 50 y 75%                               
20 entre 75 y 100%                             
Y cuando la floración decrece se asignan los mismos valores:
20
15
10
5
1
0
       Lobularia maritima, puntuación 5
Estos valores no han sido asignados casualmente, se podría simplificar y asignar 1-2-3-4, que de hecho fueron los primeros valores usados, pero el problema surge con una serie de plantas que se pueden mantener durante meses echando alguna flor aislada, tanto al final de su floración como al principio y que representan valores testimoniales. Por lo tanto era preciso un valor para esta presencia testimonial y que se diferenciara sustancialmente del siguiente valor. En la presente metodología si se les asignara un 5 (entre 1 y 25%) terminarían sesgando totalmente los datos y el resultado no reflejaría la realidad. Por este motivo se asigna un 1 a la presencia testimonial.

                   Lobularia maritima, puntuación 10

Los datos se toman regularmente, puede ser tanto cada semana, lo que permite un seguimiento muy preciso pero costoso, como cada dos semanas, que aunque pierde algo de detalle, especialmente en las especies de floración masiva y de corta duración, sigue aportando unos datos bastante precisos de la floración. En cada toma de datos los valores de todas las especies en flor sumados aportan la puntuación global de cada toma de datos, sea semanal o quincenal.
De la misma forma que se dan unos valores a cada especie y se suman todas para dar un cómputo total
de la floración, se puede realizar otra gráfica contando solo con el número de especies en flor, da igual la cantidad de flores que haya.

Lobularia maritima, puntuación 20

Hay que entender estos valores como algo subjetivo, puesto que los valores son tomados a ojo, no tomando parcelas predeterminadas y contando flores. Pero esta metodología puede ser tan válida como cualquiera mientras cumpla una serie de premisas: la experiencia, entendida como el conocimiento del terreno y del tipo de floración de las especies. Al cabo de varios años de tomar datos se termina afinando mucho.

                          Erica multiflora, puntuación 5

La floración no es uniforme en el espacio, encontrando rodales aislados a los que se podría dar un valor de 10, 15 o 20, mientras que el cómputo total de la especie es de 5. Esta diferencia es notable entre cara norte y sur, pero también por distintos factores, aparte de que dentro de una especie hay pies más tempraneros y otros que son más tardanos. Unos pocos pies aislados o un rodal pueden ser de los de floración temprana o tardía por lo que pueden no ser representativos. Si es un rodal se valora su floración en conjunto asignándolo los valores que correspondan: 0-1-5-10-15-20. Si son algún pie solitario o muy pocos se puede dar un valor 1 (presencia testimonial) o 5.

Erica multiflora, puntuación 20









           Anthyllis cytisoides

Tomillar

La falta de uniformidad en la floración tiene mucho que ver con otros problemas añadidos: el de la orientación, crecimiento en roquedos o alrededores o el del microclima urbano. Evidentemente las zonas de exposición sur, doblemente si encima se encuentran al pie de un muro que concentra el calor, son las primeras en florecer, pero esto no explica del todo el hecho de que haya rodales a 20 y otros a 5, pues muchas veces la orientación no cuenta. Habrá que valorar todas la sub poblaciones y hacer una media.

La superficie a estudiar.  Esto es importante pues no se puede coger una gran extensión, entendiendo esto como varias hectáreas, pues debido a distintas orientaciones, tipos de suelo, variaciones altitudinales, etc. puede haber diferencias importantes en la floración de unos rodales a otros. Por lo tanto conviene centrarse en zonas pequeñas, una hectárea más o menos y con condiciones uniformes de orientación, altitud, etc. Otra opción sería escoger varias pequeñas parcelas de decenas o pocos centenares de metros cuadrados y mediar sus datos. Resulta más afectiva la segunda opción pues es mucho más fácil de controlar las especies presentes, en una extensión grande pueden pasar desapercibidas especies pequeñas o poco llamativas, o confundir especies muy similares, caso del género medicago.

Endrinos en flor


Una vez que se tienen los datos se suman los valores de todas las especies que están en flor, el valor total es el de la semana o la quincena.

Especialmente la primavera depende en gran medida de las precipitaciones pues durante el invierno a poco que llueva la humedad se mantiene y la floración es más homogénea, algo similar ocurre con el estío.

El microclima urbano es importante pues dentro de la ciudad hay 3 o 4 grados más. Esto se nota fácilmente en invierno en días sin viento, en el momento que tuerces una esquina que te encara al exterior de la ciudad, notas en la cara la caída de la temperatura.
Por lo tanto la floración es más temprana dentro y en el entorno de un núcleo urbano. Así que si se quiere estudiar la fenología de la floración en el valle del Ebro o en cualquier otro sitio, una cosa es el monte y otra una zona urbana, especialmente si es grande.




Centranthus ruber 





                               Cistus albidus y salviifolius







A continuación se presentan los datos de de Zaragoza, 3 años de enero a junio y de El Vendrell (Tarragona), dos años completos, 2012 y 2013

El Vendrell                                                                                                                
                                                             Pinar de Baronia del mar

El Vendrell tiene un clima típico de la costa catalana con una fuerte influencia del mar, por lo que las temperaturas son más suaves que en el interior, tanto en verano como en invierno. La precipitación media es de alrededor de 500mm anuales, a lo que se suma que las noches despejadas y sin viento, tanto de invierno como de verano, todo aparece empapado por el rocío, aportación de humedad especialmente importantes durante el verano.
La zona de estudio se encuentra alrededor de 120 metros de altitud. El denominado "Pinar" es un transecto casi lineal que va por el ecotono entre un pinar de pinus halepensis y un camino, orientado al oeste, se ha tomado nota de 172 especies, unas cuantas de presencia testimonial. En el interior de una urbanización (Baronia de mar) se ha escogido un solar de unos 500 metros cuadrados, orientación oeste y 65 especies.
La toma de datos comienza en enero de 2012, en mitad de una sequía realmente espectacular, con un invierno muy seco. A partir de diciembre de 2011 deja de llover y el periodo comprendido entre enero y comienzos de febrero fue muy ventoso. A mitad de febrero la vegetación, especialmente las de zonas más soleadas se encuentraba en mal estado, aunque comenzaban a florecer nuevas especies. La primavera fue notablemente más pobre que la de 2011 y un verano y comienzo de otoño extraordinariamente secos. La situación comenzó a revertir mediado el mes de septiembre. En el año 2013 ha habido una buena primavera, se batieron records de lluvia en muchos lugares aunque aquí ha fue una lluvia normal pero muy bien repartida, este hecho casual resultó fantástico pues permitió comparar dos años muy distintos: uno con una sequía espectacular y uno normal.

En 2013 se ha comenzó el seguimiento de varias parcelas más de mucho menor tamaño, una es una pradera donde se escogió un rodal de unos 400 metros cuadrados cerca del Pinar, orientada al norte y 75 especies. Anexo a la Pradera se encuentra una senda estrecha entre el pinar también orientada al norte, 67 especies.
Y por último el borde de la calle Ter, que separa la urbanización de un descampado, orientación sur y 76 especies. Aquí la influencia del asfalto es importante, además de estar unos 50 metros por debajo del resto de rodales y se ha tomado datos en unos 500 metros lineales.
Las gráficas de 2012 y 2013 muestran claramente la diferencia, la floración en la primavera de 2013 fue más amplia en el tiempo y con valores notablemente más altos, pero curiosamente la toma de datos de primeros de agosto bajó sobre la de 2012. En una de las gráficas se comparan solo las especies comunes de los dos biotopos en 2012, la diferencia es notable en favor del pinar, mezcla de una exposición menos soleada, el pinar mantiene mejor la humedad y el asfalto y las casas concentran más el calor en el solar.










En esta gráfica la puntuación total no es comparable puesto que cada transecto tenía un número distinto de especies, pero sirve para comparar la evolución anual de la floración en los distintos transectos

 Zaragoza                                                                                                       


                                 El Canal Imperial de Aragón en el Barrio de Torrero, Zaragoza

Una cosa a tener en cuenta al ver estos datos es que Zaragoza siendo una ciudad del norte tiene poco que ver con su entorno, pues aparte de estar enclavada en el valle del Ebro con su microclima asociado de cierzo (viento) y niebla está a menos de 300 metros de altitud, con una precipitación media de alrededor de 350mm anuales. Los inviernos suelen ser suaves, los días de heladas no son muchos, con contados momentos de temperaturas extremas por debajo de 5 grados bajo cero, algunos años ni un solo día y bastantes días de niebla, aunque esto depende mucho del año. Los veranos suelen ser calurosos con bastantes días cercanos a los 40 o superándolos. Hay que tener en cuenta que las escasas precipitaciones no son del todo representativas de la humedad del valle, pues el cierzo, que sopla muchos días al año, lo reseca todo. Por contra la niebla aporta algo de humedad.
Los datos corresponden a 105 especies distintas en el barrio de Torrero en las orillas del Canal imperial de Aragón y zonas adyacentes. Los datos se tomaron semanalmente. En el año 2004 no se tomaron datos de algunas especies, especialmente las más complicadas, y en el 2005 y 2006 fue realmente problemático seguir la floración de otras, pues fue muy escasa y de difícil localización, por lo que han tenido que fueron descartadas. Así que el cómputo total semanal sería bastante más elevado y por lo tanto la gráfica no es del todo real, aunque si representativa, tanta del año como de la comparación que es bastante llamativa. 33 especies no han alcanzado el valor 20 y otras muchas lo han alcanzado por muy poco en 2005. A decir verdad hay serias dudas al haber otorgado unos cuantos valores, en el 2004 fue sencillo, pero en el 2005 y 2006 no lo fue en absoluto y realmente creo que los valores están algo sesgados al alza. Aquí también jugó la falta de experiencia al estar probando la metodología.

Bellis perennis y geranium molle


                             Lithrym salicaria


En el caso de Sinapis arvensis o diplotaxis erucoides con unos macizos de un metro de altura en enero de 2004 se ha pasado a unas plantitas de 10cms en plena primavera de 2005 y 2006, con una florecita en la punta, las más altas han llegado a 50cms de altura mientras en 2004 llegaron al metro y medio. La carrichteria annua fue relativamente abundante en los pinares de Torrero en 2004, en cambio en 2005 y 2006 no pude seguirla pues se localizaba muy puntualmente, lo mismo ocurrió con adonnis, las dos especies de cynoglosum, echium vulgare, hyoscyamus albus, etc.
Para entender estos datos es preciso recordar el clima de estos tres años.
Examinando la gráfica durante los meses de enero y febrero se puede ver la clara incidencia de diversos factores. Éstos meses en 2004 había llovido y tanto el computo total como el individual de cada especie refleja los resultados de la humedad y la falta de heladas.
2005 empezó seco y además con fuertes heladas, poca niebla y viento, hasta que no comenzó a llover a final de febrero la floración se mantuvo en valores mínimos, casi testimoniales, entre otros factores las heladas abortaron la floración de malva silvestris y sonchus tenerrimus al helarse casi todos los pies, especialmente los de malva, especies que aportan valores altos en un invierno sin heladas aunque sea seco. El resto de especies, aunque la mata no se hiele, detiene su floración y en el caso de rosmarinus hubo cierta confusión pues sus valores, 10 como máximo, me despistaron pensando que se me había pasado la floración sin darme cuenta, pero sencillamente es que no hubo floración ni masiva, ni siquiera vistosa, lo mismo se ha repetido en 2006.
2006 es muy similar a 2005 pues se repite la sequía y el hielo pero su ligera mayor floración se debe a la humedad de las pocas lluvias de diciembre, hasta el 26 de febrero no vuelve a llover, que se mantuvo gracias a la falta de viento y a que casi todo el tiempo de estos dos meses estuvo o nublado, por lo que el terreno mantiene más la humedad, o con nieblas, que aportan algo de humedad, cuando menos para mantener la preexistente.
De no ser por esta lluvia del 26 de febrero los valores hubieran empezado a caer a pesar de las nuevas especies que se iban sumando paulatinamente al final del invierno, pues éstas lo hacen con valores de 1 no pudiendo compensar la reducción de 15 a 10, 10 a 5 o 5 a 1 de las especies más representativas. 2005-6 fueron años realmente desastrosos.

Los datos de Zaragoza y El Vendrell no son comparables debido a que un importante porcentaje de especies no son similares, la diferencia en el número de especies controladas es importante y en Zaragoza la metodología estaba en prueba, pero, por encima de la diferencia de puntuación, la gráfica nos permite comparar ambas. En azul años con sequía severa, en rojo años normales tirando a buenos. La subida a partir de enero de 2004 en Zaragoza, respecto a El Vendrell, seguramente se deba a que Zaragoza conserva la humedad mejor en invierno que El Vendrell, pero al llegar la calor se invierte debido a la humedad del mar en este último. 2006 y 2012 fueron  malos años, no se ha elegido para comparar 2005 porque en Zaragoza una fuerte helada truncó la floración a final de invierno, meteoro que no existe en El Vendrell, salvo muy levemente. También heló algo en 2006 y la poca humedad da cifras mucho menores que en El Vendrell, pero comienza, de nuevo, a florecer antes hasta que llega la calor, que hace desaparecer la poca humedad en Zaragoza. Aunque Zaragoza es una ciudad del interior y El Vendrell de la costa se observa que el comienzo, el pico y el decaimiento de la floración se producen casi a la vez, cabe recordad que aunque Zaragoza está en el interior y el norte el bario de Torrero, donde se realizó el trabajo se encuentra por debajo de los 300 metros sobre el nivel del mar
                        Imágenes del solar desde febrero de 2012 a noviembre de 2013





Allium roseum







                                                                           Antirhinum barrelieri






Asphodelus fistulosus






                                              Coris monspeliensis














Echium vulgare






                                           Euphorbia characias





Scilla autumnalis






Bibliografía:
Flora ibérica volúmenes 1-2-3-4-5-6-7-8-10-11-12-13-14-15-17-18-21

Clave de la flora ilustrada del País vasco y territorios limítrofes
web: flora catalana  
web: herbario del mediterráneo occidental