Fenología de la floración
Dentro de la
botánica está por un lado conocer las especies, pero por otro, y tan importante
es conocer las asociaciones de comunidades. En este sentido al viajar a
distintos lugares y regiones resulta curioso ver a las especies que conocemos
pero en distintas proporciones y sobre todo en distintas asociaciones, esto es
la fitosociología.
Centrándonos
solo en las especies, dejando de lado la fitosociología, en cualquier guía,
aparte de su descripción, distribución, hábitat, etc., se comenta la época de
floración, pero muy de pasada, como no puede
ser menos, puesto que la floración de una especie dada depende de distintos
factores: la orientación, su ubicación, el clima cambiante de un año o de unos
años a otros y en distintas especies de amplia distribución estos factores se
conjugan para que su floración sea más o menos amplia a lo largo del año.
Evidentemente no es lo mismo la duración de la época de floración en el Valle
del Ébro, que de las mismas especies en la costa catalana o en zonas de
montaña, por ejemplo. Y en estos tiempos de calentamiento climático su
floración también se ve afectada. ¿Cómo se mide esto? ¿Cómo se compara la
floración de una región a otra o de un año a otro? En principio simplemente se
anotan los meses en los que se ve en flor una especie, a ojo, sin más.
Este trabajo
pretende desarrollar una metodología para ver y comparar la fenología de la
floración a lo largo del año, de los años y en las distintas regiones donde
crece una especie. Pero no solo de cada especie, también de toda la vegetación
en conjunto de cada localidad, comarca o región.
Metodología
Para estudiar
la fenología de la floración con la presente metodología solo se han tenido en
cuenta las plantas con flores vistosas o evidentes, sin contar con especies
como la artemisa herba-alba, árboles
y arbustos como el pistacha lentiscus,
quercus, chamaemerops, rhamnus, trepadoras como smilax, etc, y por supuesto las gramíneas.
Por lo tanto
no abarca todas las especies ni representa al conjunto de la vegetación pero sí
a una parte muy significativa y representativa.
A la floración se le han dado unos valores según la
cantidad de flores, esta valoración no parte de una cantidad de flores igual
para todas las especies, si no de la cantidad de flores que cada especie puede
dar. O sea diplotaxis erucoides puede
producir un millón de flores a lo largo del año en la zona de estudio, narcisus 1.000 y ophris fusca 100, estas cifras son el tope para su especie a lo
largo de un año.
Para valorar la floración en el momento de la toma de
datos, en este caso quincenalmente, no se compara el 100% de las flores que
produce una especie a lo largo de un año, sería muy difícil, si no el
máximo posible en el momento más álgido de la floración. Siguiendo con diplotaxis, una población puede generar
un millón de flores en una temporada, pero a la vez solo hay 400.000 como
máximo, en 400.000 se puede mantener 2 meses, otros 2 en 50.000, 3 en 10.000 y
las otras 70.000 salen durante los otros meses en diversas proporciones (estas
cifras son solo ejemplos).
Para calcular la cantidad de flores de toda la población estudiada es preciso tener en cuenta los pies de cada especie presentes en la zona y para calcular el valor correspondiente los que están en flor y los que no. Evidentemente en el momento álgido todos los pies están, en mayor o menor medida, en flor, pero al comienzo y al final de la floración no. Al final de la floración las matas son grandes, tienen las flores secas y por lo tanto son fáciles de localizar, pero al principio hay pies en flor mientras otros no y pueden pasar desapercibidos.
La cantidad, evidentemente, está totalmente determinada por el clima de cada año, así habrá años que se mantenga en su tope de flores varios meses, en cambio habrá años secos que no alcance ni de lejos esa cifra.
Para calcular la cantidad de flores de toda la población estudiada es preciso tener en cuenta los pies de cada especie presentes en la zona y para calcular el valor correspondiente los que están en flor y los que no. Evidentemente en el momento álgido todos los pies están, en mayor o menor medida, en flor, pero al comienzo y al final de la floración no. Al final de la floración las matas son grandes, tienen las flores secas y por lo tanto son fáciles de localizar, pero al principio hay pies en flor mientras otros no y pueden pasar desapercibidos.
La cantidad, evidentemente, está totalmente determinada por el clima de cada año, así habrá años que se mantenga en su tope de flores varios meses, en cambio habrá años secos que no alcance ni de lejos esa cifra.
De tal forma
que conociendo el tope de floración de una especie en el momento de máxima
floración, esto lo da la experiencia, y en un año normal, se le asigna el valor
máximo y a partir de ahí se juzga el resto, volviéndo a recordar que cualquier
valor solo es comparable, en el número total de
flores, con su especie. O sea el valor máximo de diplotaxis representa 400.000 flores y el de narcissus 1.000.
Pero hay años buenos y años malos, de esta forma un mal año
o una zona donde diplotaxis se
encuentra en una zona subóptima, en el momento álgido de la floración solo
alcanza 50.000 flores, este valor lo seguiremos comparando con las 400,0000 que
es su tope en una zona óptima. Así habrá años que se quede por debajo y también
habrá lugares donde quizás nunca alcance el tope por vivir en una zona
subóptima. Siguiendo con diplotaxis este mal año solo hay 150.000-200.000
flores a la vez en el punto más álgido de la floración, un año “normal” son
400.000. Por lo tanto 20 suponen entre 300.000 y 400.000 flores, 195.000-200.000
solo es 10, que será el valor máximo de ese año.
Con las
especies escasas es problemático asignarles un valor ya que resulta difícil
valorar la floración de una especie de la que hay muy pocos pies aislados,
especies de difícil localización o especies de las que solo hay un rodal.
Respecto a la
fenología de la floración unas especies pueden florecer a lo largo de todo el
año, esto depende de distintas circunstancias, otras en cambio son de floración
masiva, predecible y puntual como narcissus, muscari, dipcadi, cynoglosum,
cardaria o los distintos cistus.
No se tomado
en cuenta los pies de las especies silvestres que crecen en jardines, pues
mientras bellis perennis, lotus corniculatus o taraxacum officinale se les puede
asignar un valor de 20 en un jardín en agosto, fuera de él se le asignaría 5 y
solo las encontraríamos en lugares húmedos, por lo tanto muy puntualmente.
Los valores
asignados a la floración son los siguientes:
0
ninguna flor
1
presencia testimonial
5
hasta el 25% del total posible en el
momento álgido
10
entre 25 y 50%
15
entre 50 y 75%
20
entre 75 y 100%
Y cuando la
floración decrece se asignan los mismos valores:
20
15
10
5
1
0
Lobularia maritima, puntuación 5
Estos valores
no han sido asignados casualmente, se podría simplificar y asignar 1-2-3-4, que
de hecho fueron los primeros valores usados, pero el problema surge con una
serie de plantas que se pueden mantener durante meses echando alguna flor
aislada, tanto al final de su floración como al principio y que representan
valores testimoniales. Por lo tanto era preciso un valor para esta presencia
testimonial y que se diferenciara sustancialmente del siguiente valor. En la
presente metodología si se les asignara un 5 (entre 1 y 25%) terminarían
sesgando totalmente los datos y el resultado no reflejaría la realidad. Por
este motivo se asigna un 1 a
la presencia testimonial.
Los datos se
toman regularmente, puede ser tanto cada semana, lo que permite un seguimiento
muy preciso pero costoso, como cada dos semanas, que aunque pierde algo de
detalle, especialmente en las especies de floración masiva y de corta duración,
sigue aportando unos datos bastante precisos de la floración. En cada toma de
datos los valores de todas las especies en flor sumados aportan la puntuación
global de cada toma de datos, sea semanal o quincenal.
De la misma
forma que se dan unos valores a cada especie y se suman todas para dar un
cómputo total
de la floración, se puede realizar otra gráfica contando solo con el número de especies en flor, da igual la cantidad de flores que haya.
Lobularia maritima, puntuación 20
de la floración, se puede realizar otra gráfica contando solo con el número de especies en flor, da igual la cantidad de flores que haya.
Lobularia maritima, puntuación 20
Hay que
entender estos valores como algo subjetivo, puesto que los valores son tomados
a ojo, no tomando parcelas predeterminadas y contando flores. Pero esta
metodología puede ser tan válida como cualquiera mientras cumpla una serie de
premisas: la experiencia, entendida como el conocimiento del terreno y del tipo
de floración de las especies. Al cabo de varios años de tomar datos se termina
afinando mucho.
La floración no
es uniforme en el espacio, encontrando rodales aislados a los que se podría dar
un valor de 10, 15 o 20, mientras que el cómputo total de la especie es de 5.
Esta diferencia es notable entre cara norte y sur, pero también por distintos
factores, aparte de que dentro de una especie hay pies más tempraneros y otros
que son más tardanos. Unos pocos pies aislados o un rodal pueden ser de los de
floración temprana o tardía por lo que pueden no ser representativos. Si es un
rodal se valora su floración en conjunto asignándolo los valores que
correspondan: 0-1-5-10-15-20. Si son algún pie solitario o muy pocos se puede
dar un valor 1 (presencia testimonial) o 5.
La falta de
uniformidad en la floración tiene mucho que ver con otros problemas añadidos:
el de la orientación, crecimiento en roquedos o alrededores o el del microclima
urbano. Evidentemente las zonas de exposición sur, doblemente si encima se
encuentran al pie de un muro que concentra el calor, son las primeras en
florecer, pero esto no explica del todo el hecho de que haya rodales a 20 y
otros a 5, pues muchas veces la orientación no cuenta. Habrá que valorar todas
la sub poblaciones y hacer una media.
La superficie
a estudiar. Esto es importante pues no
se puede coger una gran extensión, entendiendo esto como varias hectáreas, pues
debido a distintas orientaciones, tipos de suelo, variaciones altitudinales,
etc. puede haber diferencias importantes en la floración de unos rodales a otros.
Por lo tanto conviene centrarse en zonas pequeñas, una hectárea más o menos y
con condiciones uniformes de orientación, altitud, etc. Otra opción sería
escoger varias pequeñas parcelas de decenas o pocos centenares de metros
cuadrados y mediar sus datos. Resulta más afectiva la segunda opción pues es
mucho más fácil de controlar las especies presentes, en una extensión grande
pueden pasar desapercibidas especies pequeñas o poco llamativas, o confundir
especies muy similares, caso del género
medicago.
Una vez que se
tienen los datos se suman los valores de todas las especies que están en flor,
el valor total es el de la semana o la quincena.
Especialmente
la primavera depende en gran medida de las precipitaciones pues durante el
invierno a poco que llueva la humedad se mantiene y la floración es más
homogénea, algo similar ocurre con el estío.
El microclima
urbano es importante pues dentro de la ciudad hay 3 o 4 grados más. Esto se
nota fácilmente en invierno en días sin viento, en el momento que tuerces una
esquina que te encara al exterior de la ciudad, notas en la cara la caída de la
temperatura.
Por lo tanto
la floración es más temprana dentro y en el entorno de un núcleo urbano. Así
que si se quiere estudiar la fenología de la floración en el valle del Ebro o
en cualquier otro sitio, una cosa es el monte y otra una zona urbana,
especialmente si es grande.
Centranthus ruber
Cistus albidus y salviifolius
A continuación
se presentan los datos de de Zaragoza, 3 años de enero a junio y de El Vendrell
(Tarragona), dos años completos, 2012 y 2013
El Vendrell tiene un clima típico
de la costa catalana con una fuerte influencia del mar, por lo que las
temperaturas son más suaves que en el interior, tanto en verano como en
invierno. La precipitación media es de alrededor de 500mm anuales, a lo que se
suma que las noches despejadas y sin viento, tanto de invierno como de verano,
todo aparece empapado por el rocío, aportación de humedad especialmente
importantes durante el verano.
La zona de estudio se encuentra
alrededor de 120 metros
de altitud. El denominado "Pinar" es un transecto casi lineal que va
por el ecotono entre un pinar de pinus
halepensis y un camino, orientado al oeste, se ha tomado nota de 172
especies, unas cuantas de presencia testimonial. En el interior de una
urbanización (Baronia de mar) se ha escogido un solar de unos 500 metros cuadrados ,
orientación oeste y 65 especies.
La toma de datos comienza en
enero de 2012, en mitad de una sequía realmente espectacular, con un invierno
muy seco. A partir de diciembre de 2011 deja de llover y el periodo comprendido
entre enero y comienzos de febrero fue muy ventoso. A mitad de febrero la
vegetación, especialmente las de zonas más soleadas se encuentraba en mal
estado, aunque comenzaban a florecer nuevas especies. La primavera fue
notablemente más pobre que la de 2011 y un verano y comienzo de otoño
extraordinariamente secos. La situación comenzó a revertir mediado el mes de
septiembre. En el año 2013
ha habido una buena primavera, se batieron records de
lluvia en muchos lugares aunque aquí ha fue una lluvia normal pero muy bien
repartida, este hecho casual resultó fantástico pues permitió comparar dos años
muy distintos: uno con una sequía espectacular y uno normal.
En 2013 se ha comenzó el
seguimiento de varias parcelas más de mucho menor tamaño, una es una pradera
donde se escogió un rodal de unos 400 metros cuadrados
cerca del Pinar, orientada al norte y 75 especies. Anexo a la Pradera se encuentra una
senda estrecha entre el pinar también orientada al norte, 67 especies.
Y por último el borde de la calle
Ter, que separa la urbanización de un descampado, orientación sur y 76
especies. Aquí la influencia del asfalto es importante, además de estar unos 50 metros por debajo del
resto de rodales y se ha tomado datos en unos 500 metros lineales.
Las
gráficas de 2012 y 2013 muestran claramente la diferencia, la floración en la
primavera de 2013 fue más amplia en el tiempo y con valores notablemente más
altos, pero curiosamente la toma de datos de primeros de agosto bajó sobre la
de 2012. En una de las gráficas se comparan solo las especies comunes de los
dos biotopos en 2012, la diferencia es notable en favor del pinar, mezcla de
una exposición menos soleada, el pinar mantiene mejor la humedad y el asfalto y
las casas concentran más el calor en el solar.
En esta gráfica la puntuación total no es comparable puesto que cada transecto tenía un número distinto de especies, pero sirve para comparar la evolución anual de la floración en los distintos transectos
Zaragoza
El Canal Imperial de Aragón en el Barrio de Torrero, Zaragoza
Una cosa a tener en cuenta al ver estos datos es que Zaragoza siendo una ciudad del norte tiene poco que ver con su entorno, pues aparte de estar enclavada en el valle del Ebro con su microclima asociado de cierzo (viento) y niebla está a menos de
Los datos corresponden a 105 especies distintas en
el barrio de Torrero en las orillas del Canal imperial de Aragón y zonas adyacentes.
Los datos se tomaron semanalmente. En el año 2004 no se tomaron datos de
algunas especies, especialmente las más complicadas, y en el 2005 y 2006 fue
realmente problemático seguir la floración de otras, pues fue muy escasa y de
difícil localización, por lo que han tenido que fueron descartadas. Así que el
cómputo total semanal sería bastante más elevado y por lo tanto la gráfica no
es del todo real, aunque si representativa, tanta del año como de la
comparación que es bastante llamativa. 33 especies no han alcanzado el valor 20
y otras muchas lo han alcanzado por muy poco en 2005. A decir verdad hay
serias dudas al haber otorgado unos cuantos valores, en el 2004 fue sencillo,
pero en el 2005 y 2006 no lo fue en absoluto y realmente creo que los valores
están algo sesgados al alza. Aquí también jugó la falta de experiencia al estar
probando la metodología.
Bellis perennis y geranium molle
Lithrym salicaria
Bellis perennis y geranium molle
Lithrym salicaria
En el caso de Sinapis
arvensis o diplotaxis erucoides
con unos macizos de un metro de altura en enero de 2004 se ha pasado a unas
plantitas de 10cms en plena primavera de 2005 y 2006, con una florecita en la
punta, las más altas han llegado a 50cms de altura mientras en 2004 llegaron al
metro y medio. La carrichteria annua
fue relativamente abundante en los pinares de Torrero en 2004, en cambio en 2005
y 2006 no pude seguirla pues se localizaba muy puntualmente, lo mismo ocurrió
con adonnis, las dos especies de cynoglosum, echium vulgare, hyoscyamus albus,
etc.
Para
entender estos datos es preciso recordar el clima de estos tres años.
Examinando la gráfica durante los
meses de enero y febrero se puede ver la clara incidencia de diversos factores.
Éstos meses en 2004 había llovido y tanto el computo total como el individual
de cada especie refleja los resultados de la humedad y la falta de heladas.
2005 empezó seco y además con
fuertes heladas, poca niebla y viento, hasta que no comenzó a llover a final de
febrero la floración se mantuvo en valores mínimos, casi testimoniales, entre
otros factores las heladas abortaron la floración de malva silvestris y sonchus tenerrimus
al helarse casi todos los pies, especialmente los de malva, especies que aportan valores altos en un invierno sin
heladas aunque sea seco. El resto de especies, aunque la mata no se hiele,
detiene su floración y en el caso de rosmarinus
hubo cierta confusión pues sus valores, 10 como máximo, me despistaron pensando
que se me había pasado la floración sin darme cuenta, pero sencillamente es que
no hubo floración ni masiva, ni siquiera vistosa, lo mismo se ha repetido en
2006.
2006 es muy similar a 2005 pues
se repite la sequía y el hielo pero su ligera mayor floración se debe a la
humedad de las pocas lluvias de diciembre, hasta el 26 de febrero no vuelve a
llover, que se mantuvo gracias a la falta de viento y a que casi todo el tiempo
de estos dos meses estuvo o nublado, por lo que el terreno mantiene más la
humedad, o con nieblas, que aportan algo de humedad, cuando menos para mantener
la preexistente.
De no ser por esta lluvia del 26
de febrero los valores hubieran empezado a caer a pesar de las nuevas especies
que se iban sumando paulatinamente al final del invierno, pues éstas lo hacen
con valores de 1 no pudiendo compensar la reducción de 15 a 10, 10 a 5 o 5 a 1 de las especies más
representativas. 2005-6 fueron años realmente desastrosos.
Los datos de Zaragoza y El Vendrell no son comparables debido a que un
importante porcentaje de especies no son similares, la diferencia en el número
de especies controladas es importante y en Zaragoza la metodología estaba en
prueba, pero, por encima de la diferencia de puntuación, la gráfica nos permite
comparar ambas. En azul años con sequía severa, en rojo años normales tirando a
buenos. La subida a partir de enero de 2004 en Zaragoza, respecto a El
Vendrell, seguramente se deba a que Zaragoza conserva la humedad mejor en
invierno que El Vendrell, pero al llegar la calor se invierte debido a la humedad
del mar en este último. 2006 y 2012 fueron
malos años, no se ha elegido para comparar 2005 porque en Zaragoza una
fuerte helada truncó la floración a final de invierno, meteoro que no existe en
El Vendrell, salvo muy levemente. También heló algo en 2006 y la poca humedad
da cifras mucho menores que en El Vendrell, pero comienza, de nuevo, a florecer
antes hasta que llega la calor, que hace desaparecer la poca humedad en
Zaragoza. Aunque Zaragoza es una ciudad del interior y El Vendrell de la costa
se observa que el comienzo, el pico y el decaimiento de la floración se
producen casi a la vez, cabe recordad que aunque Zaragoza está en el interior y
el norte el bario de Torrero, donde se realizó el trabajo se encuentra por
debajo de los 300 metros
sobre el nivel del mar
Imágenes del solar desde febrero de 2012 a noviembre de 2013
Allium roseum
Antirhinum barrelieri
Asphodelus fistulosus
Coris monspeliensis
Echium vulgare
Euphorbia characias
Scilla autumnalis
Allium roseum
Antirhinum barrelieri
Asphodelus fistulosus
Coris monspeliensis
Echium vulgare
Euphorbia characias
Scilla autumnalis
Bibliografía:
Flora ibérica volúmenes
1-2-3-4-5-6-7-8-10-11-12-13-14-15-17-18-21
Clave de la flora ilustrada del
País vasco y territorios limítrofes
web: flora catalana
web: herbario del
mediterráneo occidental
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